Consejos de y para un Erasmus en Estonia, Tallin

¿Os acordáis de Lirios, una de nuestras artistas a la fuga? Sí, exactamente, la ilustradora alicantina que está de Erasmus en Estonia. Nos acaba de mandar algunos consejos para aquel que quiera hacer un Erasmus en Tallin (o esté en ello). ¡En exclusiva!

Deja la timidez en casa

Creo que perder la vergüenza es una de las claves para disfrutar en el extranjero. Si dejas la timidez a un lado e intentas actuar y comunicarte sin tapujos, conocerás a mucha más gente y te sentirás mucho más cómodo en todo momento.
Al fin y al cabo, mucha gente estará en la misma situación que tú y a nadie le parecerá extraño que quieras hacer amigos.

Evita el contacto con gente de tu país (en la medida de lo posible)

Sobre todo entre españoles, existe la dichosa costumbre de hacer piña casi exclusivamente con los de su misma nacionalidad. Grave error. No sirve de nada irse al extranjero si te sigues relacionando con gente que puedes conocer igualmente en tu país y hablando tu lengua materna. Intenta practicar el idioma. Conocerás a gente que jamás podrías haber conocido en España, ¡y el día de mañana tendrás casa en muchos rincones del mundo!

Aprovecha el tiempo

Viaja, dibuja, escribe, pasea, haz fotos, haz deporte, diviértete, pero no te quedes en casa sin hacer nada y, sobre todo, no te dediques exclusivamente a salir de fiesta. La experiencia es intensa, y se puede hacer corta, así que, ¡no pierdas el tiempo!

Crea tu vínculo con el nuevo país

Para mí una de las cosas más interesantes de vivir fuera es pasar de ser turista a ser «local». Si te esfuerzas por aprender el idioma, intentas conocer a gente nativa, vas a eventos culturales, a museos, te interesas por su historia… si participas en todas las cosas relacionadas con tu nueva ciudad, las oportunidades de aprender algo nuevo se multiplican y tu vínculo con ese lugar se hace mucho más fuerte.

No pierdas el contacto con los tuyos
A menudo el hecho de salir de casa nos mete en una burbuja espacio-temporal tan excitante que nos aisla del «mundo real»; otras veces esa burbuja no es tan agradable y puede hacer que nos sintamos solos o que echemos de menos a nuestra gente. En ambos casos, la clave es no perder el contacto. Skype es una herramienta genial para ello, o Facebook, o un teléfono virtual: cualquier cosa. Tenemos la suerte de tener mil herramientas de comunicación a nuestro alcance y hay que aprovecharlas, así nadie echará de menos a nadie. Todo arreglado.

(Fotografías tomadas durante un viaje en dirección a Saarema -1- y Tallin -2-, Estonia. Autora: Lirios Bou)